09 febrero 2007

¿Se puede ser adventista e izquierdista?

Cuando yo tenía unos 6 o 7 años mi mamá se casó por segunda vez. El infame padrastro resultó ser un tipo sádico de raices católicas. Mi mamá había sido criada como adventista del séptimo día, pero había abandonado la iglesia durante su adolescencia, así que cuando sus hijos nacieron ya no había religión en la casa.

Entonces llegó el tipo y comenzó a enseñarnos el padrenuestro y ángel de la guarda y otros rezos. Pero ciertas noches, acostados todos juntos en medio de una impenetrable oscuridad, nos contaba historias de terror que nos espantaban por completo; cuando él sentía que estábamos al borde del grito interrumpía el relato (que en realidad deseábamos que acabara mucho antes) y nos hacía arrodillarnos para rezar. ¡Y lo hacíamos con verdadero fervor! Claro, estábamos aterrorizados.

Siempre le tuve miedo a la oscuridad en mi infancia. Y además había la creencia entre los niños del barrio que si al oír la sirena de una ambulancia que pasaba te persinabas (como se santiguan los católicos) Dios haría que el lesionado o muerto que buscaban los socorristas no fuera una persona cercana a ti. Y lo creíamos y sin tardanza nos persinábamos en cuanto nos parecía oír el primer ulular.

A punto de arribar a la adolescencia nos fuimos a radicar a la ciudad de México, habiendo pasado mis primeros 10 años en una ciudad del norte a unos 2000 km. Mi miedo me acompañó y también una extraña inclinación por la vida mística. Así fue que alrededor de los 15 años me uní a la iglesia que abandonara mi madre... ¿Fue por temores ancestrales? ¿acaso la creencia en una presencia superior me daba paz? No lo creo, porque, contrario a la experiencia de muchos, la mía fue excesivamente racional; mi fe sigue siéndolo (ya sé que es una contradicción: ¿fe razonable? imposible, dirán algunos), sin casi espacio para la emotividad que otros muestran con una soltura que me asombra.

Para colmo de males, al mismo tiempo que encontré la fe me mostraron amigos míos los rudimentos del izquierdismo. A escondidas leíamos las tiras de Rius, me hablaban de la matanza de Tlatelolco e intercambiábamos cancioneros de canciones de protesta. Uno de ellos incluso me confesó que anhelaba ir a la sierra, unirse a la guerrilla y tomar las armas. Corrían los años 70 y la guerra fría estaba en su apogeo.

Pero ahora, al paso de los años me encuentro atrapado. Sé que algunos creyentes miran con nostalgia la vida relajada que abandonaron o piensan en lo que podrían estar haciendo, sin cargas de conciencia, si no fueran cristianos. Yo, en cambio, miro con nostalgia a un mundo de ideas políticas que se me ha quedado en el tintero. Mi iglesia es harto conservadora y ortodoxa para que quepan estas discusiones (a pesar de quienes prefieren descalificarnos sin diálogo de por medio tachándonos de secta, jiji, como si eso equivaliera a una excomunión... en la cual de cualquier forma no creemos).

Ya no tengo (tanto) miedo a la oscuridad y mi izquierdismo se ha asentado con el tiempo. Pero siento que mi iglesia me quitó algo que era innecesario suprimir, algo que ahora extraño y que me viene bien intentar revivir. Ah, pero aunque lograra la conciliación, ¿no sería vivir un anacronismo con eso de que ahora sólo cuenta la izquierda moderna, light, certificada por la derecha ortodoxa y vigilante?

Ah, las contradicciones de la vida...

2 comentarios:

CVN dijo...

A pregunta expresa supongo que si. Como bien comentas "Mi iglesia es harto conservadora y ortodoxa ", y existen miembros que tachan de mundanos a todo aquel que profese alguna idea/corriente política de manera publica, si bien me queda claro que no debería ocupar mucho de nuestro tiempo, no veo la razón de mundanalidad en realizar lo antes mencionado.
Supongo que si se puede ser ASD siendo de centro o derecha…. Incluso desde mi muy particular punto de vista y a riesgo de poner cosas celestiales en términos mortales creo que la campaña de Jesús, se identificaría en la mayoría de los casos con el izquierdismo….. no lo cree ?

Abraham Carbajal Santos dijo...

Hola profe, me da gusto leerle.

He sido criado en la ciudad de México, pero hoy en día soy pastor en Atlacomulco de Fabela.

Ojalá pueda leerme en mi blog, lo dejo más abajo.
Y, la verdad, a mi la iglesia me ha tornado conservador y hasta aveces acallado mis puntos de vista, y eso desde la universidad.



http://abraham-carbajal.blogspot.com/