15 diciembre 2008

Quién decide

Al primer mundo le tiemblan las rodillas, sufre bochornos. Lo ves y sientes lástima. ¿Cómo mantendrán ahora su sofisticado tren de vida? Su tragedia es casi conmovedora.

Para el noticiario entrevistan a consumidores en cierto mercado atiborrado que se prepara para la navidad. Ahora compran menos y lo hacen con lista en mano. ¿Y el año pasado? Pues en medio del espejismo admiten que antes no, iban así nomás, a que el mercado decidiera, a que la mercadotecnia decidiera.

Bienaventurados los capitalistas porque hasta en la crisis recibirán bendición. La de ahora es que al fin descubrieron el valor de ser un consumidor sabio, o bueno, con sentido común al menos.

La pregunta sigue en pie: ¿Quién decide? Si he de juzgar por lo que vemos diría que navegamos por instrumentos, que dejamos que el viento sople y llene la vela y empuje. Nos abandonamos cómodamente al oleaje. Es tan romántico, es extremo, es aventura. Ya veremos qué haremos al borde de la cascada. Pero ¿de verdad hay cascadas? pensé que eran elementos para dramatizar los escenarios de cuentos infantiles.

Al mismo tiempo, en este trozo de tercer mundo que es México, la clase política discute la conveniencia de aprobar la pena de muerte para los criminales irredentos que han osado poner al descubierto la ineptitud del estado.

No preguntes quién decide. Es la víscera.

Qué triste humanidad. Miles de años caminando por la calzada de la civilización y parece que no hemos aprendido nada. El cerebro está resultando un adorno francamente ridículo.

1 comentario:

enoc mojica dijo...

varios comentarios; de atras para adelante t diria que bajo este cielo nunca encontraremos el sistema perfecto, la civilizacion a avanzado y mucho, pero bajo nuestras propias limitaciones. qien decide? somos una individualidad colectiva.para seguir mexico nunca a sdo un pedazo de 3er mundo, y esto es triste pq si estadisticamente estamos tan cerca del primero es irreconciliable lo que se puede ver detras de las cifras. estoy de acuerdo en q navegamos sobre instrumentos, a la reflexion qeda el q lo hagamos no solo en esa inalcanzable utopia de sistemas politico-economico sino en nuestras desiciones alcanzables de creencias e ideas q tan facilmente vendemos. para acabar al primer mundo nunca le temblaran las piernas, nunca sentira bochornos pq los platos rotos los pagamos aca abajo, ellos estan en otro nivel donde los q pudieramos apenarlos estamos fuera de si quiera ser tomados en cuenta... y lo peor es q la culpa nunca es del burro, sino del que lo hace compadre.