13 noviembre 2009

filosofía pétrea

Las ideas son piedras arrojadas al lago de la mente. No se han insinuado siquiera las primeras ondas cuando ya corro a sacar las palabras de emergencia, siempre en guardia tras el cristal que dice: “rómpase en caso de provocaciones, retos de toda laya, neuronas afrentadas o alma que se leuda”.

Me revive liberar palabras, para congelar con ellas esas ondas divertidas.

Propongo un nuevo uso para la piedra de la filosofía: paladear el mero acto de pensar, sin preocuparse en lo más mínimo si las respuestas llegarán temprano o tarde o nunca.

¡Que comience la fiesta de piedras!

3 comentarios:

Zaraí dijo...

ahi le va una: el uso de la corbata? oh pero ya no tiene ese problema en tan bella escuela o si?

figne alberto dijo...

aunque no tuviera el problema, que nunca lo he tenido en ninguna parte, igual lanzaría los buscapiés de provocaciones, jiji

te la devuelvo: ¿qué onda con las faldas en la biblio?

Zaraí dijo...

aunque ya no tengo ese problema aquí, no me molestaba lanzar las piedras a diestra y siniestra, la cosa se pone dificil cuando las piedras son lanzadas a gente con cabezas tan duras que ni siquiera sienten un pequeño toque.