18 marzo 2006

Desnudo, pero no tanto... y ¡no me copien!

Ayer recibí la bienvenida al equipo del Instituto de Investigación y Geociencia (IIG, GRI en inglés) de la Universidad de Montemorelos y mi jefe me encargó trabajar precisamente en el site del instituto. Yo le sugería que también hiciéramos una revista y un foro, porque los temas de creacionismo se prestan bien al debate; precisamente difundir el enfoque científico del creacionismo es la médula del propósito del IIG. Ya luego platicaremos un poco más de eso, pero por lo pronto voy a lo que me ocupa ahora. Digo, ya llegaste aquí con la promesa del título, lo menos que puedo hacer es ser un buen ciberanfitrión y dar rienda suelta a la tecla. Vamos, pues.

Resulta que le digo a mi jefe que podemos pensar en tener un blog del instituto, que es la moda, que medio mundo tiene uno, que puede ser interesante y todos esos argumentos para hacerlo. Él nunca ha oído nada de nada de los blogs y cuando le cuento de qué se trata se espanta y se pone a la defensiva. Pienso que en parte se debe a que mi definición fue pobre por intentar ser simple; le dije que se trataba de un diario público (lo cual ya comienza por ser de alguna manera contradictorio, ¿verdad?). Supongo que él, científico al fin, pensó que era algo excéntrico y medio absurdo andar exihibiendo las intimidades que suele tener un diario. Lo que sí tengo cierto es que le preocupó la posibilidad de ser plagiado.

Es que le cuento que algunos blogs son muy consultados en el área tecnológica y científica, porque los gurúes suelen expresar en ellos algunas de sus ideas, de sus propuestas o reflexiones sobre tendencias. Él me dice entonces que uno no podría poner lo que se le ocurre hacer próximamente porque alguien le puede robar la idea (claro, habría que abstenerse de tal cosa; no está bien mostrar todas las cartas, ni en el amor, ni en el juego ¡ni en los proyectos científicos!)

Luego nos saltamos a la cuestión de cómo hacer que nuestra producción de artículos, investigaciones, etc., pueda ser difundida sin ser plagiada. Yo ya no le dije nada pero pensé, ah, el santo grial de la autoría reconocida y protegida. Si las grandes corporaciones son pirateadas con la mano en la cintura, qué se espera de nuestro insignificante trabajo original... aunque nuestra protección muchas veces es la poca relevancia que nos conceden; ser marginal también puede ser bueno, ¿eh?

Desde luego, habría que comenzar por discutir la idea de los radicales de la información abierta, que pregonan que finalmente el saber es todo patrimonio de la humanidad y no hay razón por la que los beneficios de su aplicación deban limitarse a su autor. Después de todo, uno no es autor original de cada pieza, pues se la debe a alguien, a la cultura, al clima, a lo que sea.

La idea es fascinante, pues descansa en el supuesto de que en un ambiente libre de ataduras la información se autogestiona. La internet puede citarse como un caso de éxito (al menos parcial) frente a, digamos, la tv... lástima que no vivimos en un mundo perfecto y siempre hay quien ve más un río revuelto para pescar que una red autogestionada.

Seguro estás pensando que esto se relaciona con la globalización. Pero, contra lo que la gente piensa, ése es un fenómeno inicialmente económico que no tiene que ver con las masas sino con los estados. Curiosamente en el terreno social lo equivalente a la globalización no ha producido la eliminación de las barreras sino la atomización de los pueblos (tan paradigmático es el caso que esto suele denominarse balcanización). Y en el terreno político ni EE.UU. ha logrado homogenizar a las naciones que considera su patrimonio; por el contrario, el espectro se ha ido desparramando (mira cómo en Latinoamérica resurge la izquierda en las más diversas variedades posibles).

De modo que sí, internet democratiza algo la información y la masifica a poco costo. Mi conclusión, algo que seguiré platicando con mi jefe, es que definitivamente hay que aprovechar la internet aunque añadiendo las mejores medidas que podamos para un correcto manejo de nuestra información... al mismo que tiempo que adoptamos la postura estoica y resignada de quien sabe que no hay seguro imposible de traspasar y que nomás pensada y hablada, una idea puede, en este estado de cosas, casi valerse por sí misma y correr y volar y acabar posada quién sabe en cuántos escenarios imposibles de predecir. Y en ese caso al menos nos quedará la secreta satisfacción de haberle dado su primer aliento de vida.

Ya les contaré cómo me va en esas charlas.

06 marzo 2006

Sólo pedicure materno

Las uñas de las manos crecen alrededor de dos veces más rápido que las de los pies. Hay lugares donde te hacen pedicure (o pedicura), un nombre elegante para decir que te cortan las uñas de los pies y te las dejan muy monas y barnizadas.
Creo que es raro qye alguien te corte esas uñas, a menos que sea tu mamá cuando eres niño.

11 febrero 2006

¿Qué haremos con los venerables de la Real Academia Española?

Luego de un buen número de años haciendo corrección editorial me queda claro que hay que tomar lo bueno que tengan y perdonarles el resto.

Con frecuencia me ha pasado que mientras reviso algunos escritos, especialmente los técnicos, voy al RAE y me llevo la sorpresa de que algunas palabras no aparecen. Y se trata de algunas que son de uso común en el medio. ¿Entonces, agrego un error a la lista? Bueno, he procurado que mi proceder resulte de promediar la suma del pragmatismo, el estilo editorial del medio para el que trabajo, mi experiencia y conocimiento literarios y la propuesta del diccionario. Eso quiere decir que en ocasiones le hago caso a la RAE y elimino el término del documento proponiendo otro que sí acepte el diccionario. Pero en otras ocasiones dejo el término original a pesar del RAE, sin ninguna culpa y seguro de que será entendido y tomado como bueno. En ambos casos creo que actúo correctamente.

La razón fundamental de actuar así radica en mi comprensión de la función que juega el idioma: es un medio de comunicación, punto (artística, legal, cotidiana, formal, como se vea). Si la comunicación se ve favorecida con ciertas palabras, hemos cumplido.

¿Quiere decir que puedo usar las palabras que quiera y escribirlas como se me antojen? En cierto modo eso quiere decir. Sólo que si pretendes extender tu comunicación a un círculo amplio, debes asegurarte de que todos te entenderán igual. Eso impone la limitación de recurrir sólo a la gramática, la sintaxis, el léxico, etc. convencionales en tu círculo.

Ahora bien, el idioma va varios pasos adelante de la formalización. Por eso siempre los diccionarios están desfasados de la realidad. En realidad un diccionario es una fotografía que nos dice cómo era el idioma en cierto momento pasado. Tal como las fotos de nuestras identificaciones a las que, aunque cambiamos, seguimos pareciéndonos suficiente para que nos reconozcan en ellas (y nadie alega que la foto prevalece sobre la persona). Y es que cuando cambiamos suficiente nos tomamos otra foto: ¡nunca se nos exige una cirugía para parecernos a la foto original!

El diccionario es una instantánea que nos sirve de referencia. Nos dice que en cierto momento de la historia la convención o lo aceptado es que esta palabra significaba esto y aquella palabra significaba lo otro. Normalmente esa referencia nos seguirá siendo útil un buen tiempo... pero no todo el tiempo o, para decirlo más exactamente, no en todos los casos. Y lo sabré yo que he tenido que corregir cada documento.

Te sugiero como ejercicio que eches un vistazo a Estadounidense vs. americano, aquí mismo a unos metros y un clic.

Estadounidense vs. americano

César Fernando Zapata escribe en su blog respecto a ese tema. Su conclusión es usar americano porque así lo entienden. Lee al respecto en: "El país que lo tiene todo... menos un nombre"
Yo doy aquí una respuesta puntual a su escrito, entrecomillando las palabras de César:

"Primero, ¿cómo se determina el gentilicio de cualquier país. Como regla, generalmente se usa el nombre OFICIAL de cada país"
No sé de dónde obtienes esa regla; es claro que el gentilicio se relaciona con el nombre o el topónimo de una nación, pero de ahí a que tenga que ser el nombre oficial, como que no. Y para muestra unos ejemplos de naciones que como Estados Unidos, usan otro idioma diferente del español:
-Japón: Su nombre oficial significa "el origen del sol"; en japonés se designan tanto "Nippon", utilizado en sellos y en eventos deportivos internacionales, como "Nihon" más comúnmente dentro de Japón. La versión occidental y castellana, Japón, proviene del nombre chino, aunque no es el nombre oficial.
-Holanda: En realidad se trata de los Países Bajos, nación cuya región más importante se llama precisamente Holanda. Así que el país es conocido no por su nombre oficial sino por el de una región occidental del país.
-Inglaterra: Su nombre oficial es Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y como que sacar un gentilicio de él está en chino.
-República Dominicana: Su nombre oficial es ese, ¡que ya incluye el gentilicio!

"Así, por ejemplo, a los ciudadanos de los Estados Unidos MEXICANOS, les llamamos MEXICANOS. A los ciudadanos de la República Federativa de BRASIL, les decimos BRASILEÑOS. A los ciudadanos de la Commonwealth of CANADA, les decimos CANADIENSES. A los súbditos del Reino de ESPAÑA les decimos ESPAÑOLES".
Exacto, “les llamamos”; habría que preguntar si todos les llaman así.

"Esto es un convencionalismo universal. ¿De acuerdo?"
Por lo ya visto en los ejemplos, ni es convencionalismo ni estamos de acuerdo, aunque sí en el hecho de que esto se trata de convencionalismos.

"Entonces, si a los ciudadanos de los Estados Unidos Mexicanos les decimos 'mexicanos' (no estadounidenses, no estadounidensesmexicanos, sino simplemente mexicanos, usando la última palabra del nombre oficial del país), lo lógico es que a los ciudadanos de los Estados Unidos de América les digamos "americanos". ¿No?"
Aquí es donde la línea de argumentos se tuerce. Hablamos de convencionalismos, de usos y costumbres y ahora resulta que lo que sigue se deduce lógicamente. Pero con la lengua no puede hacerse eso; si bien muchas reglas siguen cierta lógica, las excepciones son mayoría, de otra manera no enseñaríamos la gramática como lo hacemos, sino matemáticamente, para aprenderla por inducción.

"Por principio, los nombres de países los ponemos nosotros los humanos. Y por lo tanto, son imperfectos. No son ciencias exactas".
¿No habíamos quedado en que seguiríamos la lógica? Ahora resulta que todo se basa en una situación inexacta. Con todo, la imperfección no da excusa para la imprecisión, que es de lo que se trata la lengua. Debe ser precisa para que se entienda lo que se dice. Puede el idioma ser un ente ilógico, voluble, etéreo o despeinado, pero debe ser preciso. Si no habrá que recordar los muchos malentendidos en los que nos hemos visto envueltos porque no se dijeron las cosas como se debía, o porque la manera de decir dio lugar a que alguno malinterpretara.

"Por ejemplo, ¿cuántos nombres tiene Alemania en distintos idiomas? Germany en inglés. Allemagne en francés. Tedesco en italiano, Nyemetz en ruso, etc., etc. Muy distintos al nombre oficial que los propios alemanes se dan: Deutschland".
Gracias. Agrego lo anterior a la lista de ejemplos al inicio.

"Cuando un español decía 'Voy a América' se refería a Nueva España (México). O al Río de la Plata, o a Perú o a la Gran Colombia, o a Cuba. Pero cuando un inglés decía 'América' se refería a las colonias INGLESAS: Massachussetts, Nueva York, Nueva Jersey, Virginia, Carolinas, etc. O a Canadá".
Primero, me gustaría leer alguna fuente histórica que hiciera ese uso. Segundo, suponiendo, sin conceder, que tuvieras razón, eso explicaría el origen histórico del asunto, pero no lo convertiría en regla. Si ese fuera el caso, para las discusiones bastaría remitirnos a la historia para darlas por zanjadas.

"'Pero no pueden llamar los gringos a su país "América" porque así se llama el continente', me alegaba un amigo una vez".
Pues pueden llamarlo como se les pegue la gana. Aquí el alegato no es cómo se les ocurrió a ellos, sino cómo es correcto referirnos a él entre nosotros de manera que todos sepamos sin confusiones de qué hablamos. Eso quiere decir que si en cierto círculo todos le dicen "el gabacho" o "el otro lado" y saben a qué se refieren, está bien y nada tiene que ver con lo que pensarían los fundadores o los peregrinos. Claro, que si quieres usar esos mismos términos fuera de ese círculo, ya no va a funcionar. Por eso debemos tener un apelativo más generalmente aceptado, uno que sea correcto incluso si en la plática charlan un canadiense, un mexicano y un estadounidense.

"No es la primera vez que pasa. Por ejemplo, los ecuatorianos llaman a su país Ecuador, a pesar de que no es el único país que está en el Ecuador. Muchos otros países, como Brasil, el Congo, Guinea Ecuatorial, o Kenia podrían criticarlos y decirles que ellos son tan 'ecuatorianos' como los sudamericanos".
El símil no es exacto, porque esos países no están en el ecuador; esta es una línea imaginaria que pasa por ciertas regiones del planeta. En todo caso la línea del ecuador es la que está en esos países. Ahora bien, con los ecuatorianos no hay problema porque nadie reclama ese gentilicio, ni hay forma de confundirlo con ningún otro. Y además, nadie argumenta que vive en la línea ecuatorial ¡en un sitio virtual! En cambio aquí estamos hablando de un trozo de tierra bastante grande, que conocemos como América y estamos hablando de que cuando dices americano más vale que te ayude el contexto porque si no no va a quedar claro a qué te refieres.

"Otro ejemplo: La Ciudad de México, el Estado de México y México, el país, comparten el mismo nombre. Y nadie se confunde (aunque a los del Edomex les digan 'Mexiquenses' y a los del D.F. defeños, capitalinos o 'chilangos', que para muchos suena feo)".
Este caso también es ligeramente distinto porque nunca los de la Cd. de México reclaman que se les llame mexicanos, ni lo hacen los del Estado de México. Ya se sabe que cuando alguien dice "mexicano" se refiere al natural del país. ¿Por qué lo sabe? Por que es un convencionalismo aceptado que no se presta a confusiones. Y si confundes es que no has vivido ni en el EdoMex ni en el DF.

"De todas formas, decirle a los gringos 'Americanos' está tan extendido en todo el mundo, que en muchos idiomas decir 'América' equivale a decir 'Estados Unidos'. Y la gente de esas lenguas tiene otras palabras, muy distintas, para nombrar a Sudamérica, o Centroamérica".
Me gustaría tener algunas fuentes que muestran eso. Es muy fácil alegarlo si se mueve uno en un círculo cercano a los Estados Unidos. "Tan extendido" se me hace, por decir lo menos, exagerado. Además, no es una cuestión de mayorías, estamos hablando de si decir americanos es claro para todos los que hablamos. Si no lo es, la expresión es imprecisa, y por tanto incorrecta.

"Incluso el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española admite este significado como correcto. Si usted busca la palabra 'Americano', le saldrán estas definiciones: 'Natural de América. // Perteneciente o relativo a esta parte del mundo. // ESTADOUNIDENSE (aplícase a personas naturales de este país)".
Buen punto, aparentemente. Eso me hace recordar las muchas ediciones del diccionario de la RAE en la que aparecía "Méjico" y no México. Y también en los años que tardaron en incluir "cantinflear" y otras. En mis años de editor he tomado siempre la RAE con suficiente respeto pero con reservas. Y mira que he visto decenas de términos que no aparecen en ese lexicón que, sin embargo, yo he tenido que tomar como correctas por la fuerza del uso en el medio para el que trabajaba.

"Yo por lo pronto, uso las palabras que sé que la gente me va a entender. Porque son las que todos usan, aunque a una minoría no le gusten. Así que para todo efecto práctico, 'Americanos' son gringos".
Qué curioso, primero era una cosa de convencionalismos, luego algo lógico, luego el argumento fue histórico, y ahora ¿estás diciendo que has dicho todo lo anterior para combatir a los que actúan por gusto? Por otro lado, tu conclusión, aunque parece una lastimosa claudicación (como si tus argumentos anteriores no tuvieran suficiente fuerza), tiene algo de razón: Usa las palabras con las que te van a entender. Es decir, habla correctamente para que te entiendan... a ver, prueba decir americano a cualquier nativo de América, o escribirlo en un medio de difusión extendida y me dices qué ocurre.

10 febrero 2006

¿Por qué México no paga directamente la deuda con sus reservas?

Según mi entender, las reservas no es simplemente dinero que nos sobra y que puede usarse para los gastos del diario. En realidad cumple varias funciones, una de ellas es dar certidumbre a los mercados. Por ejemplo, si hubiera amenazas de una fuerte devaluación el Banco de México, como tiene un guardadito, puede vender dólares, es decir, aumentar la oferta de esta moneda buscando que disminuya de precio (ya sabes, si hay mucho de un bien se abarata, porque no tienes necesidad de pagarlo caro ya que puedes ir a otros muchos lados a comprarlo); así, un inversionista que piense en poner sus recursos en México se siente tranquilo porque hay fondos para hacer frente a contingencias.

El problema es que el Banco de México no guarda nomás el dinero que le sobró al gobierno; de hecho nos cuesta tener las reservas. Pongamos un caso: Pemex vende de más este año y obtiene una ganancia de 1Gd (je, mil millones de dólares, o ¡un gigadólar!); pero nuestro país se maneja en pesos, así que va al BM y se los cambia; así el BM adquiere dólares y paga con pesos a Pemex. Ya tiene dólares, pero ¿de dónde salieron los pesos que le dio a Pemex? Uno podría pensar que eso es fácil porque el BM tiene la maquinita para imprimir billetes... ah, pero no puede imprimir dinero cuando quiera, porque si hay demasiado circulante aumenta la inflación (ya sabes, si hay muchos billetes y monedas, todo mundo tiene dinero de más y procura gastarlo; como hay más compradores, los vendedores pueden aumentar el precio de sus productos porque saben que hay quién se los pueda comprar). Okeis, el BM tiene que pagar pesos a Pemex pero no puede hacerlo imprimiendo arbitrariamente dinero fresco; entonces lo que hace es endeudarse para que otros le den los pesos que necesita para comprar los dólares de Pemex.

Así que ahí tienes al BM endeudándose para poder comprar dólares y tener reservas... y no puede dejar de hacerlo porque las necesita para darle certidumbre al mercado. Caray, qué problema. Aunque lo que sí puede hacer es proponerse sólo tener las reservas necesarias (cantidad acerca de la cual hay mucha discusión).

Ahora bien, ¿qué tiene que ver la deuda en este asunto? Pues si el gobierno quisiera pagarla tendría que conseguir dólares para hacerlo (y es que la deuda está en dólares, pero el gobierno lo que tiene son pesos). ¿Qué necesita el gobierno para ello? Que le sobre dinero, que le sobren pesos para comprar verdes. No, las reservas no es dinero que le sobre al gobierno, sino que son eso, reservas. La manera en que al gobierno le puede sobrar, por decirlo de alguna manera, es teniendo un superávit; es decir, tener más ingresos que egresos. Esa es la manera sana de hacerlo.


En conclusión, cuando haya superávit hablamos, ¿de acuerdo?

09 febrero 2006

Mass media entumecedora

Ser el primero lo es todo en el negocio de la información, porque ser profundo es un lujo que se da el que tiene tiempo. Así que la noticia te golpea, la comentas un poco y comienzas a hacerte una idea de su significado, pero antes de mucho ya están repitiendo la misma nota hasta el hartazgo, con el típico diálogo entre el presentador y el reportero en el sitio:

Presentador: Ahora nos enlazamos con Fulano Reportero, que se encuentra en el sitio de la noticia. ¿Cuéntanos, Fulano, qué han informado las autoridades sobre esta persona que se robó una patrulla en Tanzania? Sabemos que actuó solo y que no ha causado daños aparentemente. ¿Qué han dicho las autoridades al respecto?

Reportero: Pues sí, Presentador, estamos a las afueras de las oficinas de la policía y se nos ha informado, como bien lo dices, que un hombre, al parecer actuando solo, por su cuenta, se robó una patrulla; hecho inusitado aquí en Tanzania. No se han registrado daños hasta ahora y las autoridades se han limitado a informarnos que el ladrón de patrullas actuó sin ninguna ayuda, solo.

Presentador: ¿Y se tienen pistas de la identidad de este hombre? ¿qué sabemos de él? ¿no contó con ayuda en este robo? y ¿cómo es posible que se robe una patrulla en Tanzania?

Reportero: Sabemos que el hombre actuó solo, se desconoce su identidad y sus motivaciones. Sólo se ha informado que robó una patrulla y que nunca había ocurrido algo semejante...

Y así hasta la náusea.

Ese es el ruido informativo que impide escuchar el análisis. No por nada soporto a CNN sólo los primeros 2 minutos, cuando leen los titulares.

26 enero 2006

¡¿Cómo, aún lees el periódico?!

Los seres humanos somos animales de costumbres, así que perdón, leer el periódico es inevitable. Claro, a lo mejor tú lo lees de otra forma, más digerido (de por sí el periódico lo es), más compacto, en sólo dos o tres líneas. Eso puede estar bien porque el tiempo es corto y hay tanto que ver, pero uno también se pierde parte del contexto y se puede acabar teniendo una percepción plana del mundo (porque plano es el monitor que consultas).

Leo en internet, todos los días, un periódico local, EL Norte, (que es un decir; porque si leyera el realmente local ya se me habrían deshidratado todas las neuronas) de Monterrey y uno de la ciudad capital, la mismísima metrópoli tragahombres, la capirucha, el de efe, pues: La Jornada. No es lo mismo que tener el papel en las manos, pero algo es algo. La sección política debiera ser inevitable, porque los seres humanos somos criaturas políticas; en cambio, bien podríamos ahorrarnos la sección de sociales y esas cosas (como supongo que aún lo hace El Financiero; un excelente diario que, sin embargo, sólo soporto en papel). La deportiva en El Norte me parece insufrible, porque los regios, que se creen el ombligo del mundo, sólo publican de los trigres, los rayados y los demás; me gusta echarle un vistazo, aunque siempre conciente de que me manipulan. La de espectáculos es un poco más de manipulación, lo cual es asqueroso, pero no hay que evadirla siempre porque a veces hay notas simpáticas y rostros bellos, además, una buena película o un buen concierto no se le niega a nadie.

Hay que mirar, por supuesto, las noticias financieras y de negocios, las novedades informáticas y algunas editoriales bien escogidas. La única justificación para ello es que somos ciudadanos del siglo veintiuno (a lo mejor para la gente del s. XXIII la moda sea lo metafísico). Entonces, para que la mente no se quede saturada ni se llene de moho, cuando sea posible, hay que pasear los ojos por la sección de viajes, de ciencia, de recetas de cocina; es decir, todo lo que sea aventura posible (por eso digo que lo de espectáculos suele ser mayormente asqueroso, porque es una jalada fantasiosa que, gracias a Dios, no está al alcance de todos).

El periódico sigue siendo el instrumento de la reflexión. Internet te golpea con la nota veloz, instantánea; entonces corres a la TV para ver magnificada la imagen, en el lugar mismo de la acción. Con todo, todavía esperas al día siguiente obtener el diario para tener en tus manos la información, que puedes palpar y recortar, guardar en la carpeta y leer después en cualquier circunstancia y con toda calma.

Como decía aquel tipo, la tv nunca podrá sustituir al periódico: a ver trata de matar una mosca con tu televisor.

22 enero 2006

Super tazón a la vista

De manera contundente, dando un buen espectáculo y sin dejar dudas, los acereros de Pittsburgh nos regalaron a sus fans el campeonato de la conferencia americana este domingo y la visita al super tazón XL en Dretoit dentro de 2 semanas. Sin duda, como esperamos casi todos, Bettis ganará un anillo de campeonato y se retirará de manera gloriosa.

Así que, acereros, ¡salud!

20 enero 2006

¿Quién elige al presidente?

Discuto un fenómeno que no es exclusivo de México, en el contexto de las próximas elecciones presidenciales: el corporativismo.

Ocurre que los candidatos se empeñan en hacer sus amarres con organizaciones sociales y empresariales, con grupos políticos y sindicatos. Pero, ¿no que éramos los ciudadanos de a pie quienes decidíamos? ¿Cómo está eso de que convencer a tal líder le garantiza al candidato, digamos, tantos miles de votos? ¿pues cómo le hace el dirigente ese para lograrlo?

Entonces ¿qué hacemos los que no pertenecemos a esas organizaciones e intentamos reaccionar desde una trinchera absolutamente personal? ¿Acaso la política es una medicina asquerosa pero imprescindible? ¿es la náusea y al mismo tiempo lo único que hay?

Definitivamente este mundo va requiriendo formas más imaginativas y positivas de hacer política, de gobernar, de dar orden, seguridad y paz a la gente.

Eso me recuerda un libro que escribió mi papá, que nunca leí ni me atrajo mínimamente hacerlo, cuyo título era más o menos Juventud, 5to. poder, queriendo decir que la juventud representaba una fuerza política no formal, pero ciertamente real. Pues ahora no es la juventud, sino la sociedad civil (qué, ¿hay otros tipos de sociedad?) la que comienza a reclamar su espacio poniendo la llaga en la partidocrasia. Internet es un arma poderosa en manos de esa sociedad civil, si no, pregúntenle al subcomandante Marcos o a los disidentes chinos.

17 enero 2006

Blogexhibicionismo

Discutía con mi esposa la justificación que tiene la publicación de un blog. No es tan sencillo hallarla. Para empezar, no es exactamente la contraparte de un diario personal, de los de antes; que era personal en el sentido de su origen y porque se supone que estaba de alguna manera restringido. Aunque, por otro lado, quien escribe lo hace para ser leído; no hay tal cosa como "escribo sólo para mí".

Esto de ahora es un diario nuevo, de otra naturaleza, que ocurre en la confluencia de dos corrientes y un facilitador.

Uno. Como un grito desesperado contra la globalización homogenizadora y el consumismo masificador, hay un despertar del exhibicionismo personal, una necesidad urgente de mostrarse para ser reconocido como un individuo con sus particularidades, singular, único.

Dos. Al mismo tiempo ocurre la aceptación de este hecho en otros y nos volvemos voyeuristas, atisbadores de la cotidianeidad del otro, del vecino cercano o del muy lejano extranjero. Y ¿por qué este súbito interés en la vida privada de otros? Acaso ha cambiado nuestra idea de la privacidad, que ya no es siempre un derecho, sino un lujo que suele estorbar; y ese voyeurismo es también un afán de apropiación, unas ganas de hacer una cabeza de playa en la vida oculta de otro para complementar mi vida sosa, despojada de alma por este siglo de avances tecnológicos y retrocesos sociales y morales. Miro con interés al otro para robarle de algún modo lo que yo no tengo.

Tres. Y por último el facilitador, la internet, que es un eslabón que cae como perlas. La internet nos ofrece a un precio bajísimo escaparates; equitativo y democrático, este medio de comunicación tiene la virtud de mostrarnos unos a otros remotamente, sin contacto directo; observados sin miradas; escuchados sin oídos.

Es la tónica de la época, un llamado a sumarse al coro que se autogestiona, con el secreto deseo de ser uno quien logre definir el rumbo, bien sea al caos o al orden.

Pero claro, todo esto no aplica en absoluto a los publicadores de álbumes familiares y reseñas de viajes de vacaciones, que es la especie mayoritaria, los que se colocan en el escaparate y le dan la espalda a la calle mirando gozosos hacia adentro, felices de que alguien les regale la oportunidad de tener dónde organizar sus recuerdos y sus sueños.

Uno puede, por supuesto, negarse a ser exhibido, pero si está aquí ya ha mirado, es un observador, es parte del fenómeno mientras esté conectado, así sea sólo para consultar el scholar.google, para enviarse emilios de cumpleaños o para leer las noticias del momento. Es como quien camina por el centro comercial sin comprar ni vender; pero está ahí, su presencia altera la atmósfera, impacta en el resto de los caminantes. Para probarlo mírate, pegado a esta vitrina, queriendo saber en qué acabará esto; y no, no acabará, recién comienza, pero ojalá logremos darle rumbo.

16 enero 2006

Triunfos dominicales


No pretendo comparar, pero finalmente las victorias se combinan para alegrar el espíritu. Para comenzar Pittsburgh venció muy convincentemente a Indianápolis; para algunos sorpresa, para mí por supuesto que no (lean aquí un resumito).
Y también me alegro por los chilenos, que han mostrado una madurez envidiable en lo que a democracia se refiere, pues ganó Bachelet también a la buena.
A propósito, en México cerró ayer precisamente el registro de candidatos a la presidencia de la República. Algunos candidatos están realmente para llorar, como el autonombrado dr. Simi; otros están de temer, como el oscuro y corrupto Madrazo. Supongo que la verdadera y seria lucha se dará entre López Obrador y Calderón, aunque confío en que AMLO pase la prueba el 2 de julio, y nosotros, los ciudadanos de a pie, la aprobemos el resto del sexenio siendo críticos con el próximo preseidente de izquierda (que ya es moda en Latinoamérica y México no se va a quedar con las ganas, faltaba más)

13 enero 2006

Sobrevivir a un viernes 13

Mientras llevo a mis hijos (14 y 10 años) a la escuela, los oigo enumerar las situaciones que producen mala suerte. EL pequeño tiene una lista algo extensa y la hija mayor a todas responde que ninguna es exclusiva del viernes 13, antes bien que en todo momento te causan mala suerte. Algunas son nuevas para mí, como encontrar un alfiler y no recogerlo. La lista sigue y no logramos encontrar nada que se relacione particularmente con este día. En otras palabras, no atinamos a saber por qué este sería un mal día.

Bueno aunque halláramos alguna razón ninguno de los tres la tomaríamos en serio, después de todo no creemos en la suerte, ni mala ni buena. En el azar sí, que es una ocurrencia natural, un mecanismo probabilístico de la naturaleza. Además, tenemos fe en un Dios que no juega a los dados (Einstein dixit, por supuesto).

Llegamos a la escuela, termina la discusión y en cosa de minutos hemos sobrevivido a la fecha si un rasguño. No está nada mal, ¿verdad?

12 enero 2006

Tregua política debe seguir en el ánimo

2006 es un año político en México, así que resultó por demás extraño que los candidatos preseidenciales lograran mantenerse callados por un mes. El silencio lo aprovechó magistralmente Marcos (Zero) para acaparar los reflectores al inicio del año, cuando normalmente no hay nada qué decir en las noticias (por eso los resúmenes de los mejor del 2005, y luego síntesis depurada del resumen de lo mejor, y después análisis de la síntesis del resumen y así hasta la náusea).

Pero la tregua llega a su fin y ahora sí, a prepararse para el bombardeo.

Lo mejor es acostumbrarse ha hacer oídos sordos cada dos o tres días para no volverse loco. Como quien dice, ayunar de la política cada vez que los condimentos se excedan y recetarse sus propias cotidianas treguas.

Asombro de novato

Ingreso al mundillo de los blogs y me siento, para empezar, extraviado. Es un poco como cuando te paras por primera vez frente a una cámara, suponiendo que en algún lado alguien está sintonizándote y viéndote... pero no logras convencerte del todo, porque todo lo que ves es la cámara frente a ti.
Supongo que es cosa de acostumbrarse y creer que un interlocutor posible está al otro lado. Quizás de eso se trata precisamente este fenómeno: exponerse en la vitrina, esperando ser comprado a un buen precio para que la autoestima no se enflaque. Lo que queda por responder es por qué tiene uno que exhibirse.